Skip to content
Home » Pon tus sueños en manos de Dios

Pon tus sueños en manos de Dios

Pon

Pon tus sueños en manos de Dios. Soñar ya que soñar es el límite que Dios nos ha dado para visionar y hacer. Qué bonito es cuando esos sueños lo ponemos a los pies de aquel que hace posible nuestros sueños, metas y objetivos que queremos alcanzar. Solo basta con ponerlo en su manos y dejar que el obre.

Lo primero que debes hacer para trazar un objetivo es anhelarlo con todo lo que hay en ti, recuerda que los sueños no tienen un tamaño o medida determinada, las limitaciones son para ti. Ten en cuenta que todo lo que somos es gracias a Jesús, de la misma manera que pones tus pesos en él. Confía en tus anhelos, sin él no somos nada. Para Dios el cielo es el límite, la clave es gobernar tus sentimientos, tener confianza y agradecer todo lo que se nos ha concedido.

Quizás te interese: Dios tiene el control de todo en tu vida

Lo principal que tienes que hacer, suponiendo que crees que Dios debe hacer que tus fantasías funcionen como se espera, es presentárselas a Él. Conversa con Dios sobre tus fantasías y hazle partícipe de lo que hay en tu corazón.

Pon. En cada petición, no retengas nada para descubrirle a Dios lo que estás soñando. Descargue sus sentimientos y hágale saber lo que anticipa que sus fantasías deben significar para su vida. Él definitivamente lo sabe, pero hazle saber cuáles son tus expectativas, temores y deseos.

Independientemente de que conozcas con precisión la forma en que Dios puede hacerlo realidad. Hazle saber tus fantasías en todo caso. La Esencia de Dios está ansiosa por tomar esas fantasías y transformarlas en peticiones a las que Dios pueda responder.

Haz de tu sueño una oración

En el momento en que presentas tus sueños a Dios, no sólo estás conversando con Él, también estás suplicando. Implorar es esencialmente conversar con Dios. En el momento en que pides, abres tu corazón y dejas que Dios se entere en él.

Pensar más allá de los límites prácticos no significa que debas pasar por alto las sutilezas. Sé explícito cuando presentes tus fantasías a Dios, y pídele que te ayude a verlas materializadas. Pídele la solidaridad para persistir, la perspicacia para saber qué hacer y la audacia para perseverar a través de los obstáculos a los que debes sobrevivir.

En caso de que hayas anhelado un objetivo particular, pídele que te guíe para lograrlo. Cuando tengas un anhelo, pide a Dios que te ayude a encontrar a las personas y los bienes que quieres para ponerlo en marcha.

En particular, termina siempre tus peticiones con acción de gracias. Sin importar si puedes ver lo que has anhelado de inmediato, da gracias a Dios por su poder y compromiso.

La energía es un poder de la naturaleza. Nos inunda y crece en nuestro interior, despejando nuestras protecciones y destruyendo los muros que levantamos contra ella. Los sueños son un regalo de Dios, porque él pone en nuestras almas tanto la voluntad como el hacer.

Debes recibir de Dios, debes confiar en que tus fantasías se van a realizar. En el momento en que presentas tus fantasías a Dios, adicionalmente estás pidiendo, examinando tus acuerdos con tu papá.

Puede que Dios haga que tus fantasías funcionen de una manera que no esperas, pero Él responderá a ellas. Pedir a Dios es simplemente conversar con Dios, y cuando pides, estás pidiendo que Dios te ayude a entender tus fantasías.