Confianza, en algún momento de nuestra vida solemos cometer errores y todos cometemos errores sin excepciones y quizás cuando cometemos ese error llegamos a perder la confianza de una persona. Entonces, ¿Se puede recuperar esa confianza o afecto que perdimos? ¿Cómo lo podemos lograr?
Las conexiones son muy complejas, en general somos cuestionables y, en ocasiones, la vida nos sitúa en superficies en las que es extremadamente sencillo resbalar, cometer un error y quedar al descubierto. Todos hemos frustrado a alguien y nos lo hemos pensado dos veces, así que ¿cómo podríamos escapar de esta insoportable intersección social?
Hay que tener en cuenta que es difícil. Apenas hay tejidos mentales más ajenos al mundo que el que sigue a la confianza en las personas. En el momento en que ésta se rompe, la lesión no puede recuperarse con parches, vendas o materiales cómodos. Se requiere esfuerzo y determinación para recuperar la alianza perdida, la cercanía despreciada y la suposición de que algo así no volverá a ocurrir nunca más.
Con el tiempo, alguien puede perder la confianza de su cómplice, de sus compañeros, de sus padres y, sorprendentemente, de sus hijos. Suponiendo que haya decepción por la manifestación incitada, es imperativo ir de inmediato a arreglar esta herida pasional. Desglosamos ciertas técnicas que podríamos hacer.
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Qué hacer cuando esas cosas suceden
Los individuos necesitan moverse en un clima en el que tengan una buena sensación de seguridad, donde la visión del peligro sea baja. Esto infiere que hay un par de cosas que son más esenciales que construir afiliaciones seguras y que mejoren. En cualquier caso, nuestra mente está preparada y centrada en el 100% del tiempo al no tener una ayuda social donde tener una buena sensación de seguridad.
Esta marca no sólo está presente en el círculo humano. En el mundo de las criaturas, la confianza es además un fundamento en numerosas reuniones. Un estudio realizado por el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Alemania es ilustrativo. Los chimpancés confían más en las figuras que ven como sus “compañeros y socios”.
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Nuestros familiares más cercanos nos muestran cómo este aspecto es esencial para la resistencia. Queremos compañeros de vida, socios, respaldos entusiastas y personas que, a nuestro modo de ver, nunca nos harán daño ni nos engañarán. En cualquier caso, aquí y allá ocurre: los individuos bombardean a otros y los vínculos se separan. ¿Qué hacemos cuando perdemos la confianza de alguien?
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