Tenemos Esperanza, en esta vida diaria no podemos vivir sin creencias. Los seres humanos necesitan certezas y percepciones que garanticen su realidad y les den motivación para vivir. De hecho, lo ideal es abrazar una realidad sin adulterar y vivir y morir por ella. Entonces v ivimos en tiempos en los que no hay una verdad absoluta ni convicciones. Es por eso que los individuos que no tienen ninguna expectativa, que no esperan nada, lo que intentan es seguir con la vida actual y el segundo particular, ya que el mañana es dudoso.
Sin embargo no estamos de acuerdo con la famosa expresión “mientras hay vida hay confianza”. De hecho, hay individuos que tienen un gran bienestar y, sorprendentemente, una gran posición monetaria, pero se desaniman y desaniman a lo largo de la vida cotidiana. No esperan nada, para ello aceptamos que esta máxima es el polo opuesto: “mientras hay confianza hay vida”. Ya que es con exactitud lo que generalmente se anticipa, la confianza posterior, la convicción de que el mañana nos depara algo mejor. La seguridad de que nuestra vida depende de Dios, o más bien la seguridad de que hacia el final de nuestra realidad, residiremos incesantemente con Dios donde no hay agravamiento ni paso.
Tenemos Esperanza si Dios esta con nosotros
Hay esperanza. Normalmente nos proponemos objetivos que aceptamos como inalcanzables y durante el tiempo que pasamos cumpliéndolos nos desanimamos precisamente por el hecho de que intelectualmente. Hemos restringido proactivamente nuestra meta. Como estamos continuamente contemplando lo que será o lo que puede ocurrir. Sometemos las buenas sensaciones y caemos en sentimientos sombríos como la tensión y la vulnerabilidad.
Además aceptará que el negocio que te ha propuesto no ocurrirá o que la enfermedad que padecerás no se aliviará. Por lo tanto es una indicación de que ha perdido la confianza y ha permitido que tus sentimientos de temor gobiernen tu alma. Coloquialmente, solemos decimos que “la confianza es lo último que se pierde”, ya que mientras hay vida, hay esperanza. Trata de no permitir que las condiciones actuales suman el control sobre ti, asómate a Dios y él te muestre el camino que debes tomar para que alcancemos la bendición.
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La esperanza es una palabra que todos entendemos aquí y allá. Pero muchos de nosotros no la entendemos de la misma manera. Cada uno de nosotros tiene su propio concepto de cómo nos afecta la confianza. Por ejemplo, para algunos, la confianza es probable que acepte que las cosas mejorarán en algún momento. En un futuro no muy lejano. Para otras personas, la confianza es aceptar que la bondad de algo suceda pronto. Para otras personas, la confianza es una solidaridad interior para seguir adelante. A pesar de los problemas y las dificultades.
Que conocemos como la esperanza
Según una perspectiva bíblica. La “Esperanza” en la Biblia es una asunción y confianza en los compromisos y disposiciones de Dios. La esperanza para los devotos es la sustentabilidad de que Dios satisfará sus compromisos. Rescatará a los grandes una vez más del tormento y la dificultad. La confianza en el sentido bíblico no es equivalente a vivir en el país de la fantasía o en el estilo de razonamiento positivo de hoy.
Es decir, el potencial del devoto depende de la personalidad de Dios y de Sus compromisos en Su Palabra. Esto está relacionado con la confianza y la certeza de que todo lo que Él nos ha garantizado ha sido satisfecho y el resto lo será. Obviamente para los devotos de Jesús nuestra expectativa no depende de percepciones mentales. Es decir, no es equivalente a la esperanza oa vivir en el país de la fantasía.