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La importancia de ser honestos con nosotros mismos

A lo largo de mi vida personal y profesional he conocido a personas que se sienten realmente satisfechas y alegres, que trabajan constantemente para mirar hacia adelante y tienen una administración bastante exitosa de lo que les sucede.

Tienen los instrumentos para afrontar las ocasiones menos afortunadas de la vida o, sobre todo, se sintieron afortunados porque ven una correspondencia entre lo que hacen y lo que les ocurre. Practican el aprecio hacia cada circunstancia, incluso las que no esperaban o no buscaban, ya que se dan cuenta de que ganarán algo y saldrán avanzados de la experiencia.

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Son individuos de los que podemos aprender y que varias exploraciones nos muestran que no son superhéroes, son individuos “típicos y estándar”, “individuos normales” que han descubierto cómo reconocer y coordinar lo que les ocurre. Reconocer, no renunciar. Al tolerar lo que ocurre, pueden buscar, encontrar y llevar a cabo metodologías para salir adelante, probablemente en el descubrimiento que deja cada experiencia y sobrevivir.

Reconocer cuando no estamos bien

En mi camino también he conocido a personas que sienten que generalmente “se tambalean ante lo que les ocurre”, que se asombran ante condiciones antagónicas una y otra vez, que se esfuerzan sin cesar y caen en saco roto; personas que se sienten lamentables, atrapadas en circunstancias que no tienen ni la más remota idea de cómo afrontar; personas que han quedado sinceramente marcadas por los golpes que han recibido y nunca más quieren seguir adelante, o básicamente no tienen ni idea de cómo hacerlo; personas a las que la vida les resulta molesta y ¡es tan molesta!

Lo considerando tanto que llegan a un lugar de renuncia. Tengo que dejar claro que estas personas se reservan el privilegio de sentirse así.

Terapia de parejas

No estoy buscando adoptar una actitud pesimista o de “desafortunado yo”. No busco que te quedes ahí, dando vueltas sin parar, rumiando intelectualmente muchos días sobre lo que te ha ocurrido. Estoy llamando la atención sobre que no es necesario centrarse en ocultar lo que se siente, sino en permitir que el malestar aflore para mirarlo a la cara, sentirlo y después (y realmente en ese momento) tener la opción de ocuparse del asunto.

Acepta el presente y mejora tu futuro

Para cualquier individuo que necesite estar preparado para sentir una profunda y genuina prosperidad, es fundamental prestarse atención a sí mismo y saber sobre lo que realmente está ocurriendo en su interior, lo que está sintiendo: en los minutos terribles, ese no tener ningún deseo de seguir adelante, ese negativismo que surge.

Centrarse en uno mismo personalmente, como hombre, como mujer; centrarse en lo que verdaderamente está experimentando por dentro, es el paso inicial, por muy vital que sea.