En muchos eventos, pueden pasar por nosotros un gran número de sentimientos y sensaciones que son increíblemente difíciles de manejar y de sobrellevar. De vez en cuando los problemas, la indignación, la decepción o la depresión pueden hacer que nos dejemos llevar por completo. Sin embargo, es importante saber cómo resistir el impulso de pánico en los momentos más difíciles.
Nuestro cuerpo descarga una gran cantidad de cortisol cuando experimentamos una gran presión. Estas sustancias químicas son una antigua reacción al riesgo, y finalmente nos preparan para luchar o escapar del riesgo o del cazador. Sea como sea, una gran parte de estos componentes no son útiles, ya que no vivimos en un clima tan amenazante. Además, los estresores incluyen ordinariamente introducciones de trabajo en lugar de criaturas salvajes.
Suponiendo que frecuentemente nos sentimos preocupados o inquietos, nuestros sistemas de supervivencia probablemente se iniciarán también sin ningún problema. Para esta situación, tiende a ser extremadamente útil para rastrear las formas de volver a un estado casual.
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Las preocupaciones monetarias y familiares se consideran con frecuencia fuentes de estrés. Esta presión puede provocar un estado físico y familiar indeseable cuando no se controla. En el caso de que nos enfrentemos con frecuencia a circunstancias molestas y no tengamos ni idea de cómo afrontarlas, puede que tengamos que poner en marcha ciertas mejoras en nuestras vidas. Existen algunas técnicas de supervivencia que pueden ayudarnos a resistir las ganas de entrar en pánico, en nuestra vida cotidiana. Aquí están las mejores.
Descansar bien
Contempla los días que descansas poco y cómo te adaptas a las noticias terribles o al típico día de trabajo, parece que podemos llegar a una resolución: todo parece más lamentable cuando no has descansado profundamente. Es difícil mantener bajo control la presión u otros sentimientos pesimistas si no descansamos lo suficiente. Sin embargo, de vez en cuando podemos acabar atrapados en una especie de bucle sin fin.
El estrés y el malestar suelen conducir a la privación del sueño, por lo que no podemos descansar y después nos sentimos más mal por no haber dormido las horas vitales para nosotros.
Dar un paseo
Dar un pequeño paseo al aire libre para desconectar puede ayudarnos, desde una perspectiva, a relativizar y comprender que los factores de estrés de nuestra vida son menos graves de lo que parecen. Para esta situación, ver las cosas según otro punto de vista puede darnos la tranquilidad que realmente queremos para tratar los puntos difíciles a los que nos enfrentamos.
En consecuencia, pasear puede darnos la oportunidad de reexaminar lo que ocurre, considerar los arreglos y volver o trabajar con un idealismo recargado.
Respira
En el momento en que terminamos en una circunstancia desagradable de la que no podemos eludir, las actividades de respiración pueden traernos una ayuda rápida. Al dar más oxígeno a nuestro cuerpo, nos damos cuenta de cómo dejar la presión libre de principio real que se suma a la mental. Lo que es más, estas actividades de respiración pueden ayudar de numerosas maneras, son además una actividad brillante de la práctica cuidadosa y nos permiten a cero en el segundo actual.