Sal de tu zona de confort, es una oportunidad ideal para avanzar y hacer lo que tú quieres. Trata de no quedarte detenido en las cosas que quieres hacer. Hay encuentros que te sientan bien y, hasta que no elimines eso que te retiene y escapes de tu rango habitual de familiaridad, no podrás apreciarlos. ¿De qué tienes miedo? Nosotros siempre buscamos el momento cuando tenemos una sensación real de tranquilidad, necesitamos un trabajo estable, el hogar y ver a nuestra familia crear de la manera más eficaz.
Sin embargo, ¿no habría que decir algo sobre nuestros objetivos, ¿dónde podría estar la prueba de superar? Para ser fructífero hay que superar muchas cosas y también dejar muchas cosas, sin importar que te tiemblen las rodillas. La vida es un campo de aprendizaje, en el que generalmente somos pequeños pañuelos que absorben lo que nos rodea. Independientemente de nuestro grado de instrucción, todos tenemos algo que educar.
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¿Qué es la zona de confort?
La zona de confort se caracteriza por ser una perspectiva cuya marca principal son las prácticas normales para lograr un grado de ejecución consistente sin una sensación de peligro. En definitiva, se trata de prácticas, mentalidades y técnicas que utilizaremos la mayoría de las veces para mantenernos en el clima que nos hace tener una buena sensación de seguridad.
El problema casi siempre es que, a pesar de que todo aparentemente está bajo control, a menudo provoca una condición de indiferencia y un vacío existencial que nos impide sentirnos satisfechos u orgullosos de lo que hacemos. Además, en numerosos puntos de vista individuales y de expertos, obstruye la conciencia de sí mismo.
De este modo, es una condición mental y social de solaz y similitud. Está relacionado con el hecho de mantenerse alejado de la vulnerabilidad y la responsabilidad que acompañan al cambio, independientemente de que éste sea positivo.
Nuestra zona de confort habitual de familiaridad nos da refugio y nos hace tener una buena sensación de tranquilidad. Incorpora todo lo que conocemos, aquellas condiciones de las que nos sentimos parte y donde estamos absolutamente tranquilos.
Sin embargo, lo mismo que nos asegura puede perjudicarnos. Acomodarse significa deteriorarse, no buscar nuevas actualizaciones, nuevas dificultades. Por eso es imprescindible ser audaz, no recordar la aprensión por lo oscuro y salir de ese lugar seguro para buscar nuevas sensaciones, nuevos aprendizajes. Sin embargo, ¿cómo recibir a cambio?
¿Qué hacer para salir de la zona de confort?
- Reconoce cuales son tus limites:
Solemos sentirnos comodos en nuestra zona de confort, Porque nos hemos adaptado de una forma tal que nuestros limites se ven afectado y solo queremos estar en nuestra comodidad. Sin embargo, cuando empiezas a escapar de tu rango de familiaridad habitual (Zona de confort), todos tus obstáculos internos o externos empezarán a descubrirse.
Lo principal que debes hacer es recordarlos, darles su importancia y reflexionar sobre cómo conquistarlos. Reconoce que no eres tan maravilloso como quisieras, pero percibe que puedes llegar a donde necesitas ir.
Lamentablemente en nuestra zona de confort nos mal acostumbramos a que todas las cosas sean de una manera determinada. Entonces cuando nos decidimos a salir de esa zona, nos encontramos con aspectos que quizás no podemos manejar o controlar. En ese caso particular, es muy importante que prestemos atención y aprendamos que aceptar las situaciones que se nos pueden presentar. Si deseas hacer nuevas amistades, debes aceptar las características de cada uno de ellos y sus diferencias.
