Comportamientos, desde los individuos contemplativos hasta los extrovertidos, todos necesitamos al menos una organización que nos haga sentir que estamos en el ojo público. Sin embargo, esto no ocurre continuamente y, debido a que somos criaturas sensatas, existen los individuos que tienen prácticas específicas que alejan a los individuos que los rodean, por lo que veremos una parte de esas prácticas debajo.
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El individuo es esencialmente social, hemos avanzado socialmente gracias a la ayuda común entre nosotros. La amistad individual tiene extraordinarias ventajas físicas y mentales. No obstante, hay individuos que seleccionan perspectivas específicas propias que tienen un componente pesimista con respecto a la conexión con los demás, distanciando a los individuos a su alrededor.
Cuales son esos comportamientos
Las justificaciones de por qué uno o varios grupos se distancian de nosotros pueden variar en función de los elementos que intervengan. Una parte de ellos pueden ser factores amorosos, inestabilidades, problemas de confianza, egoísmo escandaloso u otros. En cualquier caso, las principales prácticas que alejan a las personas son las siguientes.
A la mayor parte de nosotros nos gusta ser eficaces en nuestras propias relaciones, sea como sea, la mentalidad es concluyente por esta razón. De hecho, hay prácticas seguras que, cuando se repiten, pueden acabar alejando a los demás de nuestra circunstancia actual. El clínico del bienestar y persona del Colegio de Psicólogos de Madrid, José Elías Fernández González, aclara cuáles son las más conocidas y cómo podríamos trabajar estos atributos en caso de tenerlos.
Las circunstancias, por ejemplo, cuando un directivo percibe el logro de un compañero y no el nuestro pueden ofendernos, pero debemos averiguar cómo relativizar estos “pequeños cortes al interior” y “no escudriñar nuestra autoestima ni infravalorarnos”, dice el experto en la materia: “Para gestionarlo, debemos tener la opción de sentir que no somos increíbles en todo.
Para afrontarla deberíamos tener la opción de sentir que no somos increíbles en todo. Esta es la mejor manera de soltar una carga extraordinaria de nuestros hombros: “Suponiendo que todo el mundo se volcara al 100% en nosotros, sería debilitante, y no podemos ser expertos en todas las partes de nuestro trabajo y de nuestra vida individual. Hay personas que tienen pensamientos preferibles a los nuestros en temas concretos”, dice el maestro.
También debemos hacer lo posible por no llevar todo a nuestro terreno, ya que no somos el ombligo del mundo. Deberíamos intentar tener dominio sobre nuestros sentimientos y no ir por la borda a las ocasiones ordinarias.
