Como las personas son sociales y cercanas, por lo que la creación de vínculos personales es importante para nuestras tendencias. Por lo tanto, la ansiedad por estar lejos de los demás, así como el rechazo, es quizás uno de los problemas internos más reconocidos que sentimos. En este mundo informatizado con tantas posibilidades de asociación, esta aprensión, en lugar de disminuir, ha aumentado mucho más. ¿Cuál es la razón de la aprensión por estar separado de los demás? ¿Cómo podemos solucionarlo?
La aprensión por estar lejos de los demás está relacionada con algunos estados profundos: miedo, incertidumbre, así como nerviosismo y desmoralización. Con el tiempo, sentir esta ansiedad por el desamparo, el rechazo o la rendición puede llevarnos a la desmoralización o la falta de inspiración, como si no estuviéramos satisfechos con lo que es nuestra personalidad. Por lo tanto, sentir esta sensación de plenitud o confianza en los demás (ya sea una asociación) decididos a evitar esta sensación de desamparo también afecta a nuestra confianza.
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Sin embargo, estos sentimientos no tienen por qué durar para siempre. En este artículo vamos a profundizar en qué consiste este tipo de miedo, ya que el miedo a estar separado de los demás, al despido o al abandono tienen causas normales. Veremos cuáles son las tres causas que nos llevan a este problema (que podemos arrastrar durante mucho tiempo). Por último, veremos cómo se resuelve de forma constante en un proceso de progreso o tratamiento.
¿En qué consiste el miedo a estar lejos de los demás?
A pesar de que aceptamos que los sentimientos de miedo al desánimo, al abandono o al abandono son diferentes, por regla general son muy similares. En cada uno de los tres casos se trata del sentimiento de miedo a sentirse separado, a no poder establecer vínculos profundos. Detrás de esto hay una sensación de dolor en la relación con uno mismo.
Hay tres resultados muy normales. El primero es sentir una cercanía o dependencia emocional con la pareja. Esto nos lleva a una búsqueda constante de la cooperación con la necesidad de aprobar la relación. Este tipo de relación se rompe y crea mayor inquietud e inestabilidad (ya que respondemos a ella).
Otro resultado es ajustarnos demasiado a otras personas. Por miedo al rechazo, tratamos de adaptarnos a otras personas, perdiendo así parte de nuestro carácter y nuestras propias elecciones. Por último, un resultado típico es la necesidad de tener constantemente una pareja, ya que creemos que esta experiencia es la fuente de nuestra prosperidad. Esto nos lleva a formar no relaciones prácticas, sino más bien relaciones en vista de esa necesidad de escapar.
Este tipo de miedos son sin duda un problema mental e interno que nos causa un malestar más notable con el tiempo. ¿Cuáles son sus causas?
Las 3 razones que inspiran el miedo paranoico a la soledad, al rechazo y al abandono
Con frecuencia pensamos que las razones de este tipo de miedo están relacionadas con la adolescencia. Un desarrollo con vínculos poco sólidos, la falta de consideración o con diferentes tipos de problemas más difíciles pueden provocar esta concentración en la vida adulta. Sin embargo, centrarse en lo que ocurrió en el pasado no siempre es una solución constante. La solución es que nos centremos en lo que ocurre ahora y en cómo lo gestionamos.
Son tres las causas principales que se repiten en este tipo de miedo. Antes de continuar, os dejo un vídeo donde yo personalmente explico el contenido de este artículo. Podéis leerlo a continuación.
Confianza subordinada
La confianza subordinada hace referencia a cuando tu prosperidad no depende principalmente de ti (tus decisiones, horarios, objetivos) sino de factores sobre los que no tienes ningún control (por ejemplo, la forma de actuar de los demás, lo que entiendes de los demás, etc.). Esto nos lleva a buscar apoyo, estar alerta y sentirnos más indefensos.
La sobreprotección en la infancia o la falta de cariño en las primeras etapas pueden ser causas, aunque también puede darse por diferentes experiencias en nuestra vida adulta.
Sentir el control (tensión, falta de motivación y debilidad)
El sentimiento de miedo al rechazo, depresión o rendición es más una cuestión de sentir el control que de confianza (ya que la confianza depende en primer lugar de estos sentimientos). Si hemos sabido gestionar estos sentimientos de forma inútil, surge más ansiedad y con el tiempo, falta de motivación y debilidad.
Soluciones
Manera de abordar las relaciones
En el caso de que nuestra manera de ver las relaciones sea como esa oportunidad única para sentirnos mucho mejor, las veremos de una manera más indefensa, inquieta y subordinada.
Respuestas estables para el sentimiento de miedo al abatimiento, al despido o al abandono
Las razones del sentimiento de miedo a estar separado de los demás, al abandono o al despido de esta manera tienen una premisa en el presente. Nuestra vida de jóvenes o experiencias anteriores pueden haber sido un comienzo para aprender a sentirnos así, pero la clave es que a lo largo de su camino hemos ido siguiendo ese aprendizaje a través de nuestras propias formas de comportamiento. Afortunadamente, estos sentimientos se pueden vencer mediante un proceso de progreso y tratamiento.
Encontrar cómo gestionamos actualmente lo que sentimos
Para abordar este tema de forma constante, no bastan las reuniones periódicas (en las que sentimos poca ayuda) o las curas mágicas. La clave es realizar un trabajo reparador profundo y realista con uno mismo. El primer paso es encontrar la forma en la que actualmente comprendes y gestionas los sentimientos que están detrás de estos sentimientos.
El miedo, la inestabilidad, así como la debilidad, la responsabilidad o la tensión son estados mentales normales. Cuando descubrimos cómo lo gestionas a través de tus formas de actuar, comunicación, entendimientos, pensamientos, etc., podemos resolverlo de forma progresiva. Cada caso es interesante, y por eso las curas generales (o las guías de superación personal) no funcionan.
En un proceso de progreso y tratamiento generalmente trabajamos desde la diferencia. Lo que te sucede es único y lo abordamos a través de tu propio cambio y aprendizaje individual.
Rechace la fuerza de la inquietud.
La inquietud es un comportamiento pesimista y está relacionada con la sensación de falta de aire (de ahí la sensación desagradable en el pecho o en la boca del estómago). Lo más importante es que disminuyamos esta sensación respirando profundamente, eliminando las suposiciones, los hábitos mecánicos (si existen), etc.
Un tratamiento profundo y completo
Cuando sabemos dónde está el problema, empezamos a abordarlo atendiendo esos sentimientos de otra manera. No es exactamente importante centrarse en detener la aprensión sobre el hábito, sino en hacerlo justo y significativo, y al considerar tanto miedo y delicadeza, hay más reconocimiento, seguridad y confianza.
Genere confianza realista
También es fundamental encontrar una forma de generar confianza de manera constante que funcione para usted. Esto no incluye “expandir” la certeza (algo frágil en el largo plazo), sino más bien ordenar cómo te conectas contigo mismo y cómo hacer que tu prosperidad dependa esencialmente de ti.