Algunas estrategias, en las relaciones hay algo a lo que muchos llaman la “etapa especial de la primera noche”, esa etapa en la que todo parece ser maravilloso y místico. Luego, la vida cotidiana nos encuentra y las cosas se vuelven aún más reales. Cuando decides compartir tu hogar con alguien especial, este cambio se vuelve mucho más evidente, pero, ¡hola!, no significa que sea malo. De hecho, vivir juntos a menudo trae consigo nuevos desafíos y posibles oportunidades para que el apego se fortalezca.
Si bien las mariposas en el estómago de esa etapa inicial pueden disminuir, la necesidad de verso se vuelve clave. Por lo tanto, te compartiremos algunas técnicas para desarrollar aún más la comunicación una vez que tú y tu pareja decidan vivir juntos.
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Algunos de los problemas más comunes en las parejas
La convivencia en la pareja marca un ante y un después en la relación. De hecho, si hacemos la compensación, tal vez fue el comienzo de una nueva etapa de la serie de tu vida. Como es de esperar, este nuevo comienzo también conlleva algunas dificultades, y una de las más conocidas es la dificultad para comunicarse de verdad. Con frecuencia, las parejas aceptan que se conocen tan bien que no tienen que expresarse claramente sobre lo que piensan o cómo se sienten, lo que puede dar lugar a suposiciones incorrectas y sentimientos de odio. Además, cuando hay estilos de comunicación totalmente diferentes (por ejemplo, ser muy directo o muy apegado), es normal que haya erosión.
Otro problema habitual es la falta de tiempo valioso. Entre el trabajo, las obligaciones familiares y el día a día, encontrar minutos para relacionarse realmente con nuestra pareja puede resultar complicado. Además, ya sabes lo que ocurre: cuando las relaciones no se riegan, suelen marcharse.
Cuando empiezas a vivir respectivamente con tu pareja, la transmisión de las tareas familiares también suele ser una fuente de discordia. Las distintas suposiciones sobre quién debe hacer qué y la tendencia a creer que una persona tiene más responsabilidad que la otra pueden provocar presión e incluso desdén.
Por último, no se pueden olvidar la envidia y la inestabilidad. Aunque estos sentimientos pueden surgir en cualquier fase de la relación, generalmente se intensificarán durante la convivencia. La necesidad de reafirmar el amor del otro y los temores a la desgracia pueden provocar conflictos y dañar la confianza mutua. Por supuesto, esto puede significar que habrá un montón de dificultades que resolver y problemas que superar. En cualquier caso, sobre todo, hablando con claridad, seguridad, sinceridad y conciencia, es posible superarlos.

Algunas estrategias de ¿Cómo comunicarse mejor en la relación?
En lugar de acusar o atacar a tu pareja, centra tus mensajes en cómo te sientes. Cuando compartes tus sentimientos con tu pareja de forma clara y respetuosa, es probable que te preste atención y comprenda tu punto de vista.
Por ejemplo, en lugar de decir: “Nunca vas a buscar la basura y detesto hacerlo constantemente”, puedes decir: “Me desconcierta tanto que la basura se amontone porque me gustaría que la casa estuviera más limpia. Realmente necesito tu ayuda con esto” . Al hablar desde tus sentimientos, habilitas un intercambio útil y menos receptivo.
Aprende a escuchar
Cuando tu pareja te esté hablando, céntrate en lo que te está diciendo, sin entrometerte ni juzgar. Muestra tu interés por lo que te está diciendo la otra persona planteando preguntas sencillas y reformulando lo que tienes oído para que sepa que te estás centrando en lo que te está diciendo.
La atención total refuerza la conexión personal, pero también te permite comprender mejor a tu pareja y sus necesidades. Escuchar no se trata solo de oír las palabras, sino también de captar los sentimientos y emociones que hay detrás de ellas.
Habla de tu gratitud
El refuerzo refuerza los vínculos, independientemente de cuál sea su temperamento. Al ofrecerle tus gracias a tu pareja, reconoces sus esfuerzos y compromisos con la relación. Esta práctica sencilla pero poderosa establece un clima de energía.
Al dar las gracias, estás regando una planta de prosperidad en la que tanto tú como tu pareja os beneficiais del gesto considerado y del reconocimiento, lo que ayudará significativamente a vuestra concordia.